Así era en 1948, cuando las Naciones Unidas publicaron la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esa declaración es un documento importantísimo, que, a pesar de haber sido redactado hace muchos años, está vigente. La idea que se tenía en aquella época sobre los logros científicos era proporcional a lo que entonces se sabía. Pero, si te fijas, el artículo 27 ya pronosticaba que la ciencia y tecnología tendrían un impacto en nuestras vidas, y aunque no se sabía cuál o cómo, se buscó que todos sus avances debían orientarse a mejorar nuestra realidad y no a dañarla. Las Naciones Unidas se dieron cuenta de que era necesario desarrollar ese artículo 27, y han ido incorporando resoluciones y declaraciones que amparan a las personas sobre el uso de la tecnología genética, la inteligencia artificial y el espacio digital. De hecho, en 2011 la ONU estableció que el acceso y uso de Internet es un derecho humano.