26 - 10 - 2013
26/09/2013 – Efectos psicosociales de la impunidad
DERECHOS SIN REVÉS
Experimentar o incluso presenciar un episodio de violencia, sin duda deja profundas huellas en las personas. La violencia en cualquiera de sus manifestaciones afecta directamente la identidad, la imagen que tiene la persona de sí mismo, la confianza en su entorno y en especial en las instituciones.
En el caso de las familias que experimentan el homicidio de un ser querido, las reacciones derivadas van muy marcadas por los hechos, el cómo ocurrió y lo que yo debo hacer para entender y lograr justicia o defenderme frente al agresor o culpable.
Lamentablemente lo que las familias sienten en estos casos podría denominarse como el “viacrucis de la impunidad”, que se describe como: primero el enterarse de los hechos y sus características; luego lo que significa ver el cuerpo violentado de tu ser querido y su exposición muchas veces por más de 8, 10 a 12 horas en el sitio del suceso, expuesto a las miradas de toda una comunidad o transeúntes, a quienes sin duda esa imagen se quedará fijada por varios días en encuentro involuntario.
Posteriormente el levantamiento del mismo, muchas veces sin las medidas mínimas requeridas para resguardar la investigación o lo que llaman el resguardo del sitio del suceso, aspecto clave en las investigaciones, pero que sin duda por el dolor y la angustia de levantar el cuerpo y preservarlo, protegerlo del ambiente, las miradas o la misma indiferencia, se hace muy rápido, perdiéndose la mayor parte de las evidencias que podrían llevar a los responsables.
El traslado a la morgue, sitio que ninguna persona desea visitar, especialmente por lo violento que resulta, lo desagradable, momento que las personas describen como una pesadilla de la que quieren despertar muy rápido. En ese lugar y esa espera, llegan de golpe todas las preguntas Después que me lo entreguen que hago?, a quien acudo?, pudo haberse evitado?
Posteriormente, los familiares formulan la denuncia, pero lo que sigue son obstáculos, un Ministerio Público con respuestas muy tardías, lentas. Y en especial les invade un temor enorme de resultar nuevamente víctima.
Y la impunidad, ese silencio, esa falta de respuesta institucional, pasa a representar un nuevo acto de violencia. Esta situación genera algunas reacciones como: intenso malestar psíquico y físico al exponerse a los estímulos externos e internos que recuerdan un aspecto del episodio; re- experimentación como si fuese en el presente; recuerdos recurrentes e intrusos; sensación de intranquilidad acompañados por ansiedad; cambios en el estado de ánimo, dificultad para conciliar el sueño, aumento o disminución del apetito; dificultades de concentración, recuerdos y enlentecimiento del pensamiento y reacciones somáticas (dolores de cabeza, dolencias musculares),entre muchos otros.
¿Cómo contribuir a qué cese la impunidad?
- Denunciar
- Existen normativas, leyes, códigos para sancionar a los responsables, que se establezca la verdad de lo ocurrido, la responsabilidad de los culpables y se nos repare el daño sufrido.
- Se requiere que la víctima este activa en todo el proceso.
- Adicional a los esfuerzos que se hagan para obtener justicia, existen un conjunto de acciones que las víctimas y sus familiares pueden activar para lograr que hechos como los vividos no se repitan, como integrarse a un comité de víctimas, ser voluntario de una organización que trabaje por el tema de la violencia o la educación, trabajo en iglesias, comunitario, o simplemente ser portavoz de un mensaje de reflexión para que la sociedad disminuya esa cultura del miedo y sea más activa en lo que a lograr un mejor clima de convivencia se refiere.
- La memoria constituye un antídoto contra la impunidad. Dar testimonios, es lo que le da cuerpo a las pruebas jurídicas, pues permite que se empiece a generar lo que se denomina memoria colectiva, que tiene que ver con la atención y preocupación que muestra el colectivo sobre los hechos ocurridos y su compromiso en hacerle seguimiento rechazando cualquier práctica que apunte al olvido.
- Perseverancia, constancia
- Todos y todas son potenciales promotores de cambio social, no se necesita mucho entrenamiento, sólo la voluntad y el compromiso por valores como la vida, la tolerancia y el respeto hacia el otro.
- Es importante romper con la cadena de aislamiento que produce la impunidad. Es necesario poder apoyar a otros que viven en igual situación y que requieren ser informados y orientados en su proceso de duelo, en especial cómo hacerle frente a la impunidad.
- Para recuperar la historia, la solidaridad y la confianza en una ley común se requiere reconocer la injusticia cometida y reivindicar a las víctimas y a sus familiares, devolviéndoles la dignidad quitada.
- Muchas de estas recomendaciones son posibles asumiendo un rol de defensor o defensora de derechos humanos.
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