Corrían los primeros meses del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. El anuncio del aumento de la gasolina y la aplicación de un duro paquete de medidas económicas, fue el antecedente a la protesta popular que tomó cuerpo durante la mañana del lunes 27 de febrero de 1989 en las principales ciudades satélites de Caracas –Guatire y Los Teques-, cuando el servicio de autobuses y por puesto despertó a los trabajadores con nuevas tarifas para el transporte público.
COFAVIC nació de la organización de las familiares de las víctimas y de las propias víctimas de los hechos conocidos coloquialmente como El Caracazo. La protesta, en sus inicios espontánea, empezó a replicarse en otras ciudades del país a medida que se transmitían imágenes en los noticieros. Era una anarquía en la que multitudes de personas saquearon centros comerciales y supermercados. La ausencia de la Policía Metropolitana, debido a la huelga que en ese entonces vivía el cuerpo policial, contribuyó con el incremento de la anarquía, al no frenarse la protesta desde sus inicios.
El 28 de febrero el Gobierno Nacional reaccionó con un decreto que suspendió las garantías constitucionales de libertad individual, inviolabilidad de hogar, libre tránsito, de expresión y los derechos de manifestación pacífica y reunión pública. Los cuerpos de seguridad del Estado, principalmente el Ejército, iniciaron una serie de operativos para reprimir los actos de violencia. Esta acción resultó desproporcionada porque miles de soldados y policías, sin la debida preparación para enfrentar éste tipo de hechos, dispararon indiscriminadamente contra las casas y los habitantes de las zonas más populares de la ciudad en momentos en que los saqueos y desórdenes ya habían cesado.
Durante la primera semana de marzo de 1989, un río de gente se agolpó a las puertas de la Morgue de Bello Monte. Eran los familiares de todas estas personas muertas o desaparecidas que buscaban noticias de sus allegados. Muchos cuerpos nunca fueron entregados, porque se sepultaron en fosas comunes sin el consentimiento de sus seres queridos.
Luego de estos hechos, el Estado no presentó información sobre los cadáveres de las personas de las que se tenía certeza del fallecimiento ni del paradero de las personas que se encontraban desaparecidas. Los familiares estuvieron meses frente a la Morgue de Bello Monte intentando encontrar alguna noticia sobre las víctimas. De este encuentro nació COFAVIC. Los familiares de 42 víctimas así como 3 víctimas directas se unieron para exigir justicia ante las instancias del Estado.
A continuación se exponen los 45 casos que se presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en 1991, cuando todavía los familiares no obtenían respuesta del Estado.
- Abelardo Antonio Pérez
- Alís Guillermo Torres Flores
- Andrés Eloy Suárez Sánchez
- Armando Antonio Castellanos Canelones
- Benito del Carmen Aldana Bastidas
- Boris Eduardo Bolívar Marcano
- Carlos Elías Ojeda Parra
- Crisanto Mederos
- Daniel Guevara Ramos
- Elsa Teotiste Ramírez Caminero
- Esteban Luciano Rosillo García
- Fidel Orlando Romero Castro
- Francisco Antonio Moncada Gutiérrez
- Franklin Eduardo Mújica Zerpa
- Gregoria Matilde Castillo
- Gustavo Pedro Guía Laya
- Héctor Daniel Ortega Zapata
- Héctor José Lugo Cabriles
- Henry Eduardo Herrera Hurtado
- Iván Rey
- Jesús Alberto Cartaya
- Jesús Calixto Blanco
- Jesús Cedeño
- Jesús Rafael Villalobos
- Jorge Daniel Quintana
- José del Carmen Pirela León
- José Jerónimo Valero Suárez
- José Miguel Liscano Betancourt
- José Ramón Montenegro
- José Vicente Pérez Rivas
- Juan Acasio Mena Bello
- Juan José Garrido Blanco
- Julio César Freites
- Leobardo Antonio Salas Guillén
- Luis Manuel Colmenares
- Mercedes Beatriz Hernández González
- Miguel Aguilera La Rosa
- Noraima Sosa Ríos
- Richard José Páez Páez
- Roberto Segundo Valbuena Borjas
- Rubén Javier Rojas Campos
- Sabas Reyes Gómez
- Tirso Cruz Teraza Álvarez
- Wolfang Waldemar Quintana Vivas
- Yurima Milagros Ramos Mendoza